Hace varios años paseándome por el malecón de Guayaquil vi a un grupo de personas, hallándose en diversas posiciones sobre la vereda, unos cuasi arrodillados… otros en cuclillas…otros inclinados apoyando las manos en sus rodillas, y los curiosos como en mi caso en una postura más erguida. Lo que sí… ¡¡absolutamente todos mirando hacía el suelo!!
Y es que al rodar los dados, la adrenalina de los jugadores fluía apasionadamente, con siete y once a la primera tirada… ¡ganas! Pero si a la primera sacas otro número, ejemplo, un 6…hay que buscar el 6 pero si al buscarlo se adelanta un 7… ¡pierdes!
Bueno así más o menos era el juego de dados… ah me olvidaba algo importante…circulaban buenos fajos de dinero, no nos olvidemos que apenas muy cerca estaban los “forrado$ empresario$” de la Bahía (centro comercial)
También he asistido a las peleas de gallos, eso si me encantaba, no tanto por las apuestas, que por cierto nunca hice, no por dármela de mojigato pero reconozco si por ignorancia –no sabía cómo apostar- Además de eso, era un poco intimidante ver a los apostadores provistos con revólveres al cinto o machetes (así era en algunos pueblos de Ecuador, no se ahora)
Pero al no apostar, todo apuntaba diferente, ahí si me gustaba ver a los hacendados o los trabajadores del campo, bien vestidos de blanco con sobrero de paja, algunos de ellos luciendo cadenas de oro y relojes Rolex, parqueando fuera del recinto sus jeeps o sus caballos.
Es ahí donde aprendí lo que significaba “Palabra de gallero”, ya que el apostador en las peleas de gallo apuesta sin mostrar el dinero, o sea solo basta la palabra. No puedo ni imaginar lo que podría pasar si alguien que pierde no paga su apuesta en el momento.
Y por su puesto también concurrí a los entonces novedosos casinos, el que se me viene siempre a la mente es el que estaba en la 9 de octubre, el Casino Boulevard. Se por las noticias que todos los casinos en Ecuador ya no existen, vamos a analizar un poco los pros y contras de esta medida.
Pros: Todos esos muchachos cumpliendo mayoría de edad y que tienen ya derecho a entrar no solo a los casinos sino también a clubes nocturnos y lupanares, nunca complacerán su curiosidad en conocer un lugar legal de apuestas. En lo personal me parece bien, no se pierden de nada, por el contrario el no perder dinero apostando es una forma de ganar.
Entonces si no existen casinos, a futuro la cantidad de ludópatas, se supone disminuirá. Eso se verá con el tiempo.
Contras:
Imagino que la mayoría de ex trabajadores están desempleados, muchos de ellos seguro tendrían más de 20 años laborando en casinos. ¿A qué se dedicarán ahora?
El jugador adicto, no detendrá su adicción, ahora se modernizará y desde la comodidad de su hogar, aprenderá a jugar por internet, en los CASINOS ON LINE, por su puesto.
Y como la forma de transacción será con tarjeta de crédito, se incrementará los morosos. Además como todos sabemos, usar el plástico y caer en retrasos ¡cuesta bien caro!
Ahora la historia afirma que todo lo prohibitivo se torna más emocionante…más transgresor. Así fue la famosa ley seca establecida en los años 20 en Estados Unidos conocida por la Ley Volstead. La cual terminó muy mal ya que nació el crimen organizado.
De hecho que el cierre de casinos acarreará que se abran sitios ilegales, los cuales por ser ilegales no pagarán impuestos pero si pagarán coimas gordas a un grupo de autoridades… ¡eso está visto!... ¿Apostamos?...para una VIDA SANA
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