Afortunadamente existe una buena comunicación con nuestro hijo, siempre ha sido así, él tiene la seguridad que puede contar de manera invariable con sus padres. Sin embargo, temas puntuales como la sexualidad, es notorio que tiene un poco más de confianza conmigo, yo también la tuve con mi padre, imagino que esto es de lo más normal, hijos con los padres y las hijas con las madres –aunque no siempre se cumple como regla.
Los jóvenes por ser precisamente... jóvenes, son mucho más impulsivos a la hora del sexo, esto es, piensan con todo…. menos con la cabeza, cuando las hormonas se agitan no se detienen hasta culminar sus apasionamientos.
Cuando viene la quietud es también cuando viene el raciocinio y empiezan los “Ysis”…una es…y si tiene sida? –esa es de cajón, sobre todo si el encuentro es por “sexo alquilado” o si la pareja tiene fama de movidita…y si la deje embarazada? –esa también es otra común, sucede entre parejas de “enamorados” o encuentros de esos fortuitos no planificados.
Estas son algunas de las razones por las cuales los chicos deben estar orientados apropiadamente por los padres, la idea es ahorrarles cualquier suplicio y algunos malos ratos… concentrando sus ímpetus para maravillosos encuentros antes, durante y después… y uno de los tantos temas a tratar definitivamente serán las Enfermedades de Transmisión Sexual.
Los chicos creen que con librarse del sida lo tienen todo bajo control, pues no es así, hay una cantidad pequeña de enfermedades que se captan sexualmente, muchos jóvenes las contraen al no tomar las debidas precauciones y lo que es peor las dejan avanzar al desconocer sus síntomas.
Vamos a mencionar las más frecuentes:
Clamidiasis.
Ataca tanto a mujeres como a varones, de no ser tratada a tiempo causa ESTERILIDAD. Algunas veces los síntomas no aparecen pero si suceden las mujeres se quejaran de dolor en la pelvis, ardor a la micción, secreciones anormales en la vagina y suelen tener fiebre. Las mujeres embarazadas pueden transmitirle la infección a su hijo al momento en que este nace.
Por otro lado, los hombres contagiados experimentan dolor a la micción, segregando un flujo anormal por el pene.
En ambos casos un tratamiento oportuno con antibióticos recetados por el médico, resulta suficiente y efectivo.
Herpes genital.
Es la segunda enfermedad venérea más frecuente, causada por el herpes simple, provoca ampollas acuosas alrededor de los genitales y forman heridas dolorosas. Cuando estas “sanan” en realidad el virus permanece latente por semanas, meses o años, por la luz solar intensa, por causas varias y sobre todo por el estrés, se llega a reactivar desencadenando un nuevo brote de pústulas. Lastimosamente no existe cura para esta enfermedad. Si el nacimiento de un bebe coincide con una fase activa del virus, el bebe corre un gran riesgo de sufrir daños a nivel cerebral, el hígado y otros órganos.
Verrugas venéreas.
Pequeñas, indoloras y con forma de coliflor, crecen alrededor de los órganos sexuales y el recto. Se contagian de piel a piel. Son causados por el virus del papiloma humano. Se pueden eliminar con facilidad cauterizándolo, congelándolo o extirpándolo quirúrgicamente. Sin embargo, el virus permanece en el cuerpo a
pesar que hayan desaparecido. Están presentes en el 90 % de los canceres cervicales.
Gonorrea.
Es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, en hombres los síntomas se dan a los tres días de
contagiado, empieza con ardor a la micción para luego vía pene secretar un liquido sea este blanquecino, amarillento o verdoso. La gonorrea ataca también la garganta y el recto. Como la clamidiasis puede ocasionar esterilidad.
Sífilis
Como las anteriores enfermedades, se producen por contagio de una persona enferma a una sana. Por lo general se caracteriza por una lesión en los genitales que se ulcera y provoca inflamación en los ganglios pélvicos. Si bien la lesión dura pocas semanas, el
agente infeccioso de difunde por todo el cuerpo y ocasiona otras lesiones, sobre todo en la piel y en las mucosas.
A este periodo primario le sigue otro secundario que suele durar varios años sin que se presente molestia alguna, aunque al final el resultado serán órganos dañados como ojos, corazón y el cerebro. Todo esto desemboca en parálisis general progresiva.
De ninguna manera es mi deseo que mi hijo le tenga pánico al sexo, todo lo contrario lo que se busca es que tenga plenos y progresivos conocimientos en educación sexual. De seguro que solito se dará cuenta que usar preservativos bajara notablemente las posibilidades de algún contagio, deducirá que la monogamia es la elección más saludable, pensará más en calidad de sexo que en cantidad.
Se abierto con tu hijo, gánate su confianza y condúcelo con buenos consejos…para una VIDA SANA
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