Tengo la fortuna de conocer a un buen grupo de personas que he llegado a apreciar bastante… y a otro grupo, por cierto; bastante más pequeño –no pasan de 6- que los considero grandes amigos.
Un punto en común con estos grandes amigos es que lastimosamente no los veo con la frecuencia que quisiera. Por ejemplo, a Juan Carlos no lo veo ¡¡13 larguísimos años!!... a Julio 10… Hernán 6…a Giorgio más de 1 año…a Paul hace un par de meses. Por lo menos en esta nueva y maravillosa era de Internet, se hace todo más fácil en lo que a comunicación se refiere, ahora no existe pretexto alguno para no estar en contacto con las personas que queremos.
De todos estos maravillosos amigos, hay uno en especial que aún no he mencionado: Frank Otero Luque. Frankie, para sus allegados.
A Frankie lo conozco desde hace 37 años, cuando yo apenas era un niño de 10 y el un “viejo” de 13. Tal vez él no lo sepa –hasta ahora- pero lo consideraba como a un héroe, a la persona que debía seguir, como a un hermano mayor, quería de alguna manera imitar algunos rasgos de su comportamiento, quería ser tan aplicado como lo era él en el colegio.
Recuerdo que Frankie era tan detallista, como que las cosas las quería lo más cerca a lo perfecto. En el colegio, en vez de usar los cuadernos comunes y silvestres como todo “niño normal” él usaba hojas sueltas, de esas que vienen con tres huequitos para ser ubicadas en un cuaderno especial con espiral, creo que se los conocía como “pioner” o algo así. A esas dichosas hojas, él tenía la paciencia de ponerles un refuerzo en cada huequito para evitar así que se rompiera con facilidad, pero lo que realmente me asombraba era que todos sus “cuadernos” eran escritos a ¡¡máquina de escribir!! Claro, la presentación era de lujo, imagino que todos sus compañeros y hasta sus mismos profesores admiraban –y envidiaban también- su trabajo.
Una anécdota de Frankie, divertida, que no se borrará nunca de mi mente, es que el muy vivo le pidió a una amiga mayor a él que le enseñara a BESAR…..¡¡y la chica así lo hizo!!
Años después, mi buen amigo emigró a Estados Unidos por unos años para luego radicar en Venezuela por otros tantos, perdí su pista totalmente por un buen tiempo, hasta reencontrarme de manera afortunada con él hace más de una década.
Cuando le doy consejos a mi hijo Carlitos, sobre la vida, tengo necesariamente que mencionar a Frankie, y es que una persona íntegra en todo aspecto es un ejemplo a seguir.
Estas pocas líneas están dedicadas a ti mi querido Frankie, quiero que sepas que me siento recompensado por dejarme ser tu AMIGO.
Este 28 de Marzo, día de tu onomástico “Sin Cuenta” te envío un sincero y fraternal abrazo, espero que este año sea para ti de mucho éxito y por sobre todo te acompañe una buena SALUD.
Feliz Cumpleaños, Frankie!!!!!!!!
Enri
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